Acaricié y besé cada centímetro de su piel como si quisiera memorizarlo de por vida. Él no tenía prisa y respondía al tacto de mis manos y mis labios con suaves gemidos que me guiaban. Luego me hizo tenderme sobre el lecho y cubrió mi cuerpo con el suyo hasta que sentí que cada poro me quemaba. Posé mis manos en su espalda y recorrí aquella línea milagrosa que marcaba su columna. Su mirada impenetrable me observaba a apenas unos centímetros de mi rostro.
El juego del ángel-Carlos Ruíz Zafón.

domingo, 22 de mayo de 2011

Summer time.

Días de verano en los que tu piel es besada por el sol, tan caliente que derrite el helado.
Miras hacia un lado: chicas bailando al ritmo de las canciones de chiringuito.
Miras hacia otro lado: Un partido improvisado de voleibol, todos tirados por los suelos, riendo, sin preocuparse por la arena que se mete en sus bañadores.
Otro vistazo: Amigas tomando el sol y fijándose en un grupo de chicos que hace el tonto un poco más allá.
Un poco más allá: Esos mismos chicos fijándose en ellas, haciendo el tonto e intentando captar su atención.
Por todas partes gente pasándolo bien, porque es verano y en verano eres libre para pasarlo bien y disfrutar de todo.

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