Acaricié y besé cada centímetro de su piel como si quisiera memorizarlo de por vida. Él no tenía prisa y respondía al tacto de mis manos y mis labios con suaves gemidos que me guiaban. Luego me hizo tenderme sobre el lecho y cubrió mi cuerpo con el suyo hasta que sentí que cada poro me quemaba. Posé mis manos en su espalda y recorrí aquella línea milagrosa que marcaba su columna. Su mirada impenetrable me observaba a apenas unos centímetros de mi rostro.
El juego del ángel-Carlos Ruíz Zafón.

lunes, 30 de mayo de 2011

Calor.

Sentada en clase, observando al profesor, veo como su boca articula palabras que para mí es imposible escuchar. Todo es culpa del calor, del sol. Veo la desesperación en sus ojos cuando intenta que comprendamos lo que dice, y me fijo en mis compañeros: uno mira a la nada con un dedo en la nariz, otra mira al "chico guapo" de la clase, y este se ríe a carcajadas quién sabe de qué.
Y yo... Yo solo puedo pensar en una cosa: ÉL. Pienso en cómo todo puede acabar tan rápido, de un día para otro, de repente. Una moto, un coche con el sol de frente que no la ve venir, y PUM. Adiós muy buenas. Ya no existe. Solo queda de él una mancha en la carretera y el recuerdo constante en las mentes de las pocas personas que le quisieron de verdad, pero que, al igual que la mancha, se irá borrando.
Intento escuchar al profesor, pero lo único que oigo son las chicharras cantando su triste y monótona canción bajo el sol abrasador.

domingo, 29 de mayo de 2011

La vida nos transforma, y nos transforma el amor.

Cuando nos transformamos, no dejamos de hacerlo nunca. Cambiamos. No completamente, pero nos adaptamos más o menos a nuestra nueva forma o a nuestros nuevos sentimientos. Lo más difícil en este proceso natural es dejarse llevar y permitir que ocurra. Hay un momento y un lugar para cada cosa. Un momento en la vida para ser alguien, y luego, una vez pasado, una oportunidad para transformarse en alguien más. Y, si tenemos suerte, hay también un momento para amar a una persona y transformarse en persona amada.

¿Verdad o mentira?

La verdad duele y asusta. La mentira no.
No, es cierto, no duele que te mientan. ¿Sabes que es lo que duele? Ese instante en el que descubres la verdad y te das cuenta de que te han mentido. Eso es lo que duele.
¿Entonces por qué es mejor la verdad?

sábado, 28 de mayo de 2011

Tienes esa magia en la mirada que me hace no poder mirar a nadie más, esa magia en los labios que me hace extrañarlos cuando no los puedo besar, esa magia en las manos que al recorrer mi cuerpo me hacen volar... Y es que no hay nada más mágico que un segundo a tu lado, porque MAGIA eres tú...

-El diario de Noah

Harta.


Sinceramente, harta.
Harta de tener que madrugar para ir al instituto y aguantar a las personas a las que llaman profesores, "educadores", pero que más bien hacen todo lo contrario, y parece que lo que más les gusta es jodernos a todos un poquito todos los días, uno detrás de otro.
También harta de llegar a casa, y tener que aguantar las peleas de tus padres a todas horas y al hermano meticón que no te deja en paz ni un ratito.
Harta de acordarte tus amigas, tan lejos de ti, de las que cada vez sabes menos.
Y entonces es cuando toca pensar, ¿por qué me he tenido que mudar? ¿Por qué venir a este pueblillo, a kilómetros de ellas?
Pero, de repente, caes en la cuenta de que, gracias a la mudanza, lo tienes a él. Alguien con quien desahogarte, con sus virtudes y sus defectos, con sus manías -las cuales tú adoras- y con la capacidad de animarte con solo una mirada-su preciosa mirada-, alguien con quien nunca antes habías tenido tal confianza y a quien quieres más de lo que jamás hayas querido a nadie.
Y es cuando piensas que, al fin y al cabo, tampoco todo es tan malo.
El amor es más que un entretenimiento, más que un ejercicio intelectual que agudiza la sensibilidad y despierta el espíritu. Es una necesidad imprescindible para que la civilización siga existiendo, renovándose y conservando en nosotros lo mejor del ser humano.
Un mundo sin amor sería como un mundo sin deseos, sin ideales, un mundo de autómatas privados de lo que hace que el ser humano sea de veras humano: la capacidad de salir de uno mismo y mudarse en otro, en él o ella, modelados con la arcilla de nuestros sueños.

jueves, 26 de mayo de 2011

Lions.

La vida es una lucha de leones. Levanta la cabeza, echa los hombros hacia atrás, camina con orgullo, no te lamas las heridas, celébralas. Las cicatrices de tu cuerpo son la marca del campeón.
Y si has estado en una pelea de leones que no hayas ganado, no significa que no sepas rugir.

miércoles, 25 de mayo de 2011

Romeo & Julieta. ♥


ROMEO Se ríe de las heridas quien no las ha sufrido. Pero, alto. ¿Qué luz alumbra esa ventana? Es el oriente, y Julieta, el sol. Sal, bello sol, y mata a la luna envidiosa, que está enferma y pálida de pena porque tú, que la sirves, eres más hermoso. Si es tan envidiosa, no seas su sirviente. Su ropa de vestal es de un verde apagado que sólo llevan los bobos ¡Tírala!
[Entra JULIETA arriba, en el balcón]
¡Ah, es mi dama, es mi amor! ¡Ojalá lo supiera! Mueve los labios, mas no habla. No importa: hablan sus ojos; voy a responderles. ¡Qué presuntuoso! No me habla a mí. Dos de las estrellas más hermosas del cielo tenían que ausentarse y han rogado a sus ojos que brillen en su puesto hasta que vuelvan. ¿Y si ojos se cambiasen con estrellas? El fulgor de su mejilla les haría avergonzarse, como la luz del día a una lámpara; y sus ojos lucirían en el cielo tan brillantes que, al no haber noche, cantarían las aves. ¡Ved cómo apoya la mejilla en la mano! ¡Ah, quién fuera el guante de esa mano por tocarle la mejilla!

JULIETA ¡Ay de mí!

ROMEO Ha hablado. ¡Ah, sigue hablando, ángel radiante, pues, en tu altura, a la noche le das tanto esplendor como el alado mensajero de los cielos ante los ojos en blanco y extasiados de mortales que alzan la mirada cuando cabalga sobre nube perezosa y surca el seno de los aires!

JULIETA ¡Ah, Romeo, Romeo! ¿Por qué eres Romeo? Niega a tu padre y rechaza tu nombre, o, si no, júrame tu amor y ya nunca seré una Capuleto.

ROMEO ¿La sigo escuchando o le hablo ya?

JULIETA Mi único enemigo es tu nombre. Tú eres tú, aunque seas un Montesco. ¿Qué es «Montesco» ? Ni mano, ni pie, ni brazo, ni cara, ni parte del cuerpo. ¡Ah, ponte otro nombre! ¿Qué tiene un nombre? Lo que llamamos rosa sería tan fragante con cualquier otro nombre. Si Romeo no se llamase Romeo, conservaría su propia perfección sin ese nombre. Romeo, quítate el nombre y, a cambio de él, que es parte de ti, ¡tómame entera!

ROMEO Te tomo la palabra. Llámame « amor » y volveré a bautizarme: desde hoy nunca más seré Romeo.

He.

¿Cómo se puede querer tanto a una persona que conoces tan poco?

¿Una persona con la que hablas desde hace, digamos, medio año?
¿Cómo sólo esa persona puede tener el poder de hacerte feliz o infeliz, riendo de las cosas más tontas o llorando por cosas igual de tontas?
¿Cómo?
Si te digo la verdad, no entiendo cómo, ni por qué, pero doy gracias por haberla encontrado.

Recuerdos.

Son tan pequeñas las cosas que echo de menos...
Salir en el recreo y no veros, no poder hacer planes para el fin de semana, allí, sentadas en la hierba o de pie porque está mojada. O perder recreos y recreos en la biblioteca repasando vuestros examenes y aprendiendo cosas gracias a vosotras. O algunas que otras pellas jugando a las cartas. De acompañaros a la salida de clase para volver a ver a las que no veo en el instituto y contarnos las novedades que han podido pasar en esas tres horas que llevábamos sin vernos, y despedirnos con un ¡hasta mañana! mientras nos reíamos por cualquier cosa.
Echo de menos hasta cuando me enfadaba porque nos pegábamos y nos hacíamos daño.

Y no es sólo el instituto, ¿qué hago yo sin vosotras en voley? ¿Dónde están esos piques entre los equipos? Un somos las mejores, no nos intenteis superar, y las risas que venían después. 

O tantas tardes dando vueltas y vueltas por nuestro pueblo, sin nada que hacer, con una bolsa de revuelto comprada con los centimillos que entre todas podíamos juntar, contándonos nuestras cosas, hasta las que ya nos sabíamos de memoria, pero tan contentas.


Os echo tanto de menos...

martes, 24 de mayo de 2011

Mensaje en una botella.

"A todos los que aman, han amado y amarán. A los barcos que navegan y a los puertos de escala, a mi familia, a todos mis amigos y a los desconocidos: esto es un mensaje y un ruego. El mensaje es que mis viajes me han enseñado una gran verdad: yo he tenido ya lo que todos buscan y sólo unos pocos encuentran, la única persona de este mundo que estaba destinada a amar para siempre. Una persona rica de sencillos tesoros, que se hizo a sí misma y que aprendió por su cuenta. Un puerto en el que me siento en casa para siempre y que ningún otro viento o dificultad lograrán destruir jamás. El ruego es que todo el mundo pueda conocer esa clase de amor y que éste los sane. Si mi ruego es escuchado se desvanecerán para siempre todos los lamentos y las culpas, y se acabarán  todos los rencores..."
-Mensaje en una botella.

lunes, 23 de mayo de 2011

Giran las nubes... sobre el café al aire libre y te preguntas quién eres, si eres tú el que empuja hacia delante el corazón y la ardua tarea de ser una mujer y de no saber qué te deparará el futuro.
Claudio Baglioni - La vida es ahora

STOP THE CATASTROPHE.


La guerra es una manera de pulverizar o de hundir en el fondo del mar los materiales que en la paz constante podrán emplearse para que las masas gozaran de excesiva comodidad y, con ello, se hicieran a la larga demasiado inteligentes.

Amor.

El primer lenguaje del hombre, el lenguaje más universal, el más enérgico y el único que necesita antes incluso de tener uso de razón, es el grito del AMOR.

Frenesí.

Ahora, ahora vamos a jugar hasta cansarnos.
Pienso besar tus labios y recorrer con mis dedos cada milímetro de tu piel. Quiero hacerte temblar y gritar y dejarte sin respirar.
Escucharé tu respiración junto al compás de tu corazón acelerado, descontrolado. Morderé cada pliegue de tu piel, te haré volar, te dejaré soñar. Y erizaré tu fino bello y saborearé toda tu piel. Guardaré tu olor en la memoria para recordar esta pasión. Si es como una llama, acabaré por hacer arder tu corazón. Tocarás el cielo con las manos y caerás sin más. 
Desprender adrenalina, tocar el quinto cielo y olvidar hasta tu nombre. Quiero morir en tu mirada una vez más: mátate, hiéreme, bésame más, hazme gritar.

domingo, 22 de mayo de 2011

Summer time.

Días de verano en los que tu piel es besada por el sol, tan caliente que derrite el helado.
Miras hacia un lado: chicas bailando al ritmo de las canciones de chiringuito.
Miras hacia otro lado: Un partido improvisado de voleibol, todos tirados por los suelos, riendo, sin preocuparse por la arena que se mete en sus bañadores.
Otro vistazo: Amigas tomando el sol y fijándose en un grupo de chicos que hace el tonto un poco más allá.
Un poco más allá: Esos mismos chicos fijándose en ellas, haciendo el tonto e intentando captar su atención.
Por todas partes gente pasándolo bien, porque es verano y en verano eres libre para pasarlo bien y disfrutar de todo.

Instantes

Ir hacia tu casa, dejándote acariciar por la agradable brisa, sin pensar ya en nada, con esa felicidad y esa tranquilidad que en ocasiones te arrollan y te hacen sentir bien, en el centro de todo, sin envidias, celos o preocupaciones, sin saber de dónde procede esa especie de equilibrio cuya perfección te hace temer hasta el mero hecho de pronunciarlo.

Te sorprende hasta qué punto puede ser rara y difícil esa delicadísima y mágica armonía en la que tu mundo parece sonar de repente de la manera adecuada.
Son instantes.
Instantes que deberían vivirse en profundidad porque son inusuales.
Y porque en ocasiones pueden concluir de repente sin que haya un auténtico motivo.